Autor: Alejandro Campo, Alfonso Fernández, Jesús Grisaleña*SÍNTESIS: Una realidad inexcusable que deben afrontar los centros educativos es la de que ciertos patrones de comportamiento, válidos durante mucho tiempo, se han quedado actualmente anticuados y deben cambiarse. En este sentido, ideas como disciplina escolar, autoridad o convivencia en las aulas, son conceptos en continua discusión y revisión. Esta investigación, realizada en el isei-ivei (Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa), presta atención a cómo se construye la convivencia y a cómo, una vez consolidada, se mantiene y se desarrolla en distintas situaciones. Para ello se ha acudido a la experiencia de tres centros escolares, que han dado respuesta de modo sistemático a los problemas que se les planteaban en este aspecto. La metodología de investigación es el estudio de casos, que permite iluminar la situación de los centros, describiendo sus itinerarios de ac-tuación. Como denominador común de las conclusiones, se puede señalar que cada centro escoge un conjunto de medidas, un cóctel personalizado, derivado del diagnóstico que realiza de la situación. Hay una actitud de base que lleva a los centros a repensar la convivencia como elemento unificador y constructivo en su trabajo con el alumnado, con las familias y con la comunidad más próxima. Las conclusiones básicas de este estudio se centran en la identificación y en la descripción de las estrategias utilizadas en la solución de los problemas de convivencia. 1. PRESENTACIÓNUna realidad ineludible que deben afrontar los centros educativos hoy en día es la de que ciertos patrones de comportamiento, que han sido válidos durante mucho tiempo, se han quedado obsoletos y deben ser cambiados. En este sentido, ideas como disciplina escolar, autoridad o convivencia en las aulas, son conceptos en continua discusión y revisión. Existe una tendencia generalizada y simplista que lleva a interpretar el problema de la disciplina en términos de comportamiento, vale decir, como una repetición no deseada e inaceptable de conductas de determinados individuos o de ciertos grupos. Por tal razón, a veces el debate educativo en torno a la convivencia y a la disciplina se ha convertido en un debate sobre la indisciplina, sobre la violencia escolar, sobre el deterioro de la convivencia, y sobre las respuestas organizativas para limitar y para contrarrestar los efectos del comportamiento antisocial y disruptivo en el seno de la escuela. En la investigación que aquí se presenta se quiere prestar atención a cómo se construye la convivencia y a cómo, una vez consolidada, se mantiene y se desarrolla en distintas situaciones. Para ello hemos acudido a la experiencia de tres centros escolares, que han dado respuesta de modo sistemático a los problemas que se les planteaban en este aspecto. Representan un pequeño pero significativo ejemplo de los centros escolares que están trabajando en este ámbito dentro de la Comunidad Vasca, amparados en las orientaciones y en los recursos del programa «Educación para la convivencia» de la Dirección de Innovación Educativa del Departamento de Educación del gobierno de dicha Comunidad Autónoma. 2. MARCO TEÓRICOLas conclusiones de varios estudios sociológicos (Elzo, 1996; Martín Serrano y Velarde Hermida, 1996) hacen ver que los niveles de violencia y los de conductas antisociales en las escuelas no son mayores que los de antaño. Cada escuela tiene una consistencia propia y por derecho se convierte en unidad de intervención, y, por consiguiente, en unidad de análisis. El clima escolar, ya sea positivo o negativo, no se explica sólo por el origen social de sus alumnos ni por el emplazamiento geográfico en el que esté la escuela. Escuelas, colegios e institutos comparables por su entorno y por las condiciones estructurales, tienen climas muy diferentes. La escuela únicamente tiene capacidad de intervención en aquellas variables que controla, en los factores endógenos de convivencia, como son el clima del centro, las normas de convivencia y el tratamiento individualizado de personas y de problemas. Se le escapan o dicha escuela tiene una influencia indirecta y limitada en los factores exógenos que afectan a la convivencia escolar, como son la familia, el barrio, el grupo de amigos, los medios de comunicación (Fernández García, 1996). 2.1 El desarrollo personal y social como objetivo educativo Existen tres perspectivas de análisis que permiten discernir el grado en el que los centros educativos asumen el trabajo en convivencia: El proceso de socialización y el desarrollo moral Los alumnos y las alumnas, al estar en contacto permanente con las agencias más importantes de socialización, son portadores de unas representaciones, de unas valoraciones y de unos sentimientos, que, en la interacción con la realidad social, dan lugar a unas actitudes ante el estudio, el trabajo, la amistad, la violencia... que se manifiestan en conductas o en comportamientos (Ayestarán, 1994). En la actividad pedagógica los centros utilizan dos caminos básicos de actuación. Por una parte, los educadores, como expertos morales, facilitan pautas culturales de valor y ayudan en el uso de los procedimientos de la conciencia moral en el trabajo de las tutorías y de otros programas transversales. Y, por otra, plantean la organización de la escuela desde un punto de vista formativo, como ámbito de participación activa y de ejercitación democrática. La implicación en la actividad escolar Otra mirada útil de los centros es la que dirigen al currículo, es decir, al diseño y al desarrollo de la actividad escolar. El currículo es parte central en los propósitos escolares, pero se contempla como el conjunto de experiencias vividas por el alumno o por la alumna en el área de la escuela. Del entendimiento que tiene del currículo la comunidad escolar, derivan acuerdos tanto explícitos como implícitos que guían las normas de convivencia. La asunción, ampliamente documentada, de que las escuelas como instituciones sociales tienen influencia importante en el comportamiento, en las actitudes y en los resultados de los alumnos, se fundamenta en numerosos estudios sobre la eficacia de la escuela. El ejercicio del poder y la regulación de las conductas Por último, también se intenta averiguar en qué medida la escuela asume la tarea de educar para la democracia y para el ejercicio responsable de la ciudadanía, que se canaliza mediante el desarrollo de las capacidades y de las habilidades para una convivencia social fundada en la solidaridad, en la participación y en el respeto, entre otros valores. Esta función democratizadora de la escuela cruza transversalmente, y compromete todos y cada uno de los procesos escolares. 2.2 Clima y cultura escolar La investigación acude a otro marco analítico para abordar el estudio de la convivencia escolar. Nos referimos a dos constructos teóricos derivados del examen sobre eficacia y mejora de la escuela: el clima y la cultura escolar. El clima escolar El clima escolar es un factor de eficacia de primera importancia, de modo que es muy difícil que podamos imaginar, con un clima negativo, un buen centro con un buen rendimiento y con un buen nivel de convivencia. Esta idea cobra aún más fuerza si entendemos como eficaz un centro que consigue un desarrollo integral de todos y cada uno de sus alumnos, mayor de lo que sería esperable teniendo en cuenta su rendimiento previo y la situación socioeconómica y cultural de las familias. Cultura escolar Por otra parte, la cultura escolar es una expresión que intenta captar los aspectos informales de organizaciones sociales como las escuelas. Fullan y Hargreaves (1992) la describen como «las creencias y las expectativas que se manifiestan en el modo de actuar de la institución escolar, con referencia particular a cómo se relacionan las personas». 2.3 La dimensión de los procesos en los proyectos de convivencia La mejora de la convivencia de los centros estudiados se sustenta en su capacidad interna de avance. Esta cultura se manifiesta, entre otros, en varios aspectos que funcionan de modo interrelacionado, tal y como se indica en la figura: 3. DISEÑO Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN3.1 Tipo de investigación Teniendo en cuenta el grado de desarrollo conceptual que existe sobre el clima de relaciones y de convivencia, se ha optado por realizar un estudio de tipo descriptivo, cuya finalidad genérica es «observar individuos, grupos, instituciones, métodos y materiales con el fin de descubrir, comparar, contrastar, clasificar, analizar e interpretar las entidades y los acontecimientos...» (Cohen y Manion, 1990). Entre la variedad de metodologías existentes, se elige el estudio de casos. Dicho estudio se plantea en términos fundamentalmente cualitativos, aunque con elementos cuantitativos de contraste. El hecho de combinar técnicas cualitativas y cuantitativas es frecuente en la literatura de investigación, tanto en el proceso de recogida de datos como en el análisis de los mismos (X. Coller, 2000). 3.2 Selección de la muestra Después de definir los criterios, se eligieron tres centros que trabajaban de forma positiva los problemas de convivencia, y que contaban con suficiente experiencia en este campo. La selección de la muestra, y después la de los informantes de cada centro, se realizó intentando conseguir la máxima información sobre los proyectos. 3.3 Metodología Se efectuaron entrevistas en profundidad, individuales y en grupo, a coordinadores del proyecto de convivencia, a equipos directivos, al profesorado, al alumnado y a las familias. Se entregó una encuesta a cuatro grupos de alumnos de cada centro. También se hizo un análisis documental. Todo ello se complementó con las observaciones directas del equipo de investigación. 3.4 Objetivos e hipótesis de la investigación
3.5 La fiabilidad y la validez de la investigación Se cuidaron de manera especial todos los aspectos relacionados con la validez y con la fiabilidad de la investigación, como requisitos necesarios para la obtención de conclusiones fundamentadas. La fiabilidad se aseguró mediante el establecimiento de pistas de revisión y la posibilidad de la réplica paso a paso; la validez interna, a través de la trian-gulación, del comentario entre investigadores, de las comprobaciones con los informantes, y de la recogida de materiales de contraste, fundamentalmente. A su vez, la validez externa se llevó a cabo por medio del muestreo relevante ya expuesto, de las descripciones en profundidad, y de una amplia recogida de información. 3.6 Elaboración de los instrumentos de la investigación El marco teórico propone un listado de componentes de la convivencia, y los factores que abordará la investigación:
* No se analizó en el nivel del aula.
Este listado de factores del clima de relaciones y de convivencia se realiza a través de las aportaciones que procedan de investigaciones sobre el tema, del estudio de múltiples proyectos de convivencia, y de la experiencia previa de los investigadores. Cada uno de estos factores lleva asociados varios indicadores que permiten introducir una medida cuantitativa del nivel que alcanzan. Se realiza un gran esfuerzo para que dichos indicadores midan y detecten, con precisión y sin ambigüedad, los elementos y los componentes citados («operativizar» las variables) (X. Coller, 2000). Tomando como referencia el listado de factores, se elaboran los instrumentos para las entrevistas y para el cuestionario. 3.7 Tratamiento de los datos Los datos obtenidos por medio de las entrevistas, de los cuestionarios al alumnado y del análisis documental, se analizan por separado. Se concretan algunas cuestiones, que, debido a su importancia, sirven para orientar todo el tratamiento de la información y la obtención de conclusiones, tanto de cada centro como los globales:
3.8 Obtención de las conclusiones de la investigación Como denominador común de las conclusiones, podemos señalar que cada centro escoge un conjunto de medidas, un cóctel personalizado, derivado del diagnóstico que realiza de su situación. Existe una actitud de base que lleva a los centros a repensar la convivencia como elemento unificador y constructivo en su trabajo con el alumnado, con las familias y con la comunidad más próxima. La identificación de las estrategias utilizadas por los centros constituye una de las conclusiones básicas de este estudio. Se agrupan y se ordenan siguiendo un modelo que las organiza según el grado de utilización en los tres, en dos o en uno solo de los centros. Aquellas que aparecen en los tres centros se clasifican, a su vez, de acuerdo con estos dos criterios:
Se realiza un estudio pormenorizado de cada una de las estrategias que aparece en los tres centros. Las estrategias de cada apartado se ordenan de mayor a menor valor en el conjunto de la cre-dibilidad y de la valoración. Al mismo tiempo, se determinan la credibilidad y la valoración de cada apartado general del listado de componentes de la convivencia ya descritos. Con posterioridad se efectúa una interpretación global de las estrategias, que permite situar las unas en relación con las otras y en el contexto global de la investigación. También se señala una serie de estrategias, que, desde la perspectiva de los investigadores, debe ser reforzada. Así mismo, se indican aquellas otras que, estando en el diseño de la investigación, no han sido tenidas en cuenta por los centros1 . Las conclusiones incluyen descripciones sobre las características y sobre el entorno de los centros, las situaciones previas que permiten situar el trabajo en convivencia, y las estrategias utilizadas en los momentos iniciales. Entre las conclusiones más importantes destaca la clasificación de las estrategias en dos niveles: aquellas que obtienen mayor credibilidad y valoración en el conjunto de los tres centros (primarias), y aquellas otras que se encuentran en un segundo plano (secundarias): Estrategias primarias
Estrategias secundarias
4. CONCLUSIONESLa técnica del estudio de casos no tiene como objetivo establecer generalizaciones, sino desmenuzar situaciones y analizar particularidades; en definitiva, poner la lupa en cuestiones concretas. Algunas evidencias pueden extrapolarse y llevarse a otras localizaciones similares. Desde este punto de vista, se describen los casos de los tres centros investigados. Por razones de espacio, en el presente resumen de la investigación sólo se describirán con brevedad los siguientes apartados de las conclusiones: 4.1 Características y entorno escolar de los centros analizados Existen varias diferencias entre los centros objeto de la investigación, que se manifiestan en la disparidad de ratios alumnado/profesorado, en la oferta de escolarización, en la estabilidad del profesorado, en la composición social del alumnado, y en los entornos físicos y culturales de los centros. 4.2 Descripción de las situaciones previas En los tres centros el determinante de la actuación es la percepción de un problema de mayor o de menor gravedad. Los tres se convencen de que es más útil intentar dar respuesta al problema que vivir con él. Los profesores y profesoras que imparten docencia en la Educación Secundaria Obligatoria (eso) y que provenían de los bachilleratos, no estaban acostumbrados a trabajar con el tipo de alumnado que accede a los nuevos niveles educativos, y, en algunos casos, esta situación se percibe como el origen de los problemas. El profesorado también señala una serie de cambios en las situaciones familiares de los alumnos y alumnas. Igualmente, se describe un cambio social general que hace más difícil y ardua la tarea de enseñar. Se percibe y se asume que desde los centros es necesario responder a los aspectos de desarrollo personal y social, junto a los académicos y cognitivos, aunque esto provoque algunas resistencias entre sectores del profesorado. Los tres centros coinciden en resaltar la colaboración sistemática recibida por el/la asesor/a correspondiente del Berritzegune2. 4.3 Conclusiones sobre el cuestionario del alumnado La investigación valora las percepciones de los alumnos a través de entrevistas grupales, y a través de cuestionarios individuales a los alumnos de 2.º y de 3.º de la eso3 . En la siguiente parrilla se reflejan los cursos y los alumnos de cada centro a los que se les suministró el cuestionario:
El cuestionario utilizado consta de 70 preguntas, de las cuales tres son de confirmación, cuyas únicas alternativas de respuesta son sí/no. Dos ítems son de respuesta múltiple, y pretenden conocer en qué lugares y en qué momentos se daban determinadas conductas. Los 65 ítems restantes son preguntas de percepción personal, que contestan en una escala valorativa (nunca, casi nunca, suficientemente, casi siempre y siempre) a la pregunta planteada. En ellas se indaga sobre temas claves de la convivencia. Con el fin de obtener una visión global del conjunto de los resultados, se procedió a un agrupamiento de los diferentes ítems del cuestionario. En algunos casos, y teniendo en cuenta la especificidad de lo que se preguntaba, se optó por no agrupar algunos ítems, y por analizarlos de manera individual. Las conclusiones más importantes a las que se llegó fueron las siguientes: Valor medio de los ítems: Valores extremos de dos conjuntos de ítems: ¿Qué opina el alumnado sobre la labor que el profesorado desarrolla? ¿Y sobre su propio rendimiento?: Normas de centro y de aula: Valoraciones del alumnado de 2.º y de 3.º curso: 1. Implicación del alumnado en la gestión del aula. ¿Cómo influye la variable sexo?: ¿Se produce el abuso entre iguales?: Ítems mejor valorados: Ítems peor valorados: 4.4 Elementos y componentes del proyecto de convivencia en los momentos iniciales Se potencian las relaciones positivas de consideración y de respeto: La dirección presta apoyo y orientación al proyecto, y reparte responsabilidades y recursos: Se establece un clima de orden, de seguridad y de trabajo eficaz: Se estimula la participación activa y la implicación de las personas: Se plantean actividades específicas para las tutorías con el alumnado: 4.5 Elementos y componentes del proyecto de convivencia en su desarrollo Relaciones positivas de consideración y de respeto: — En los tres centros se destaca la importancia fundamental de las relaciones entre los miembros del profesorado, aunque no puede olvidarse el resto de relaciones del centro. De hecho, la estrategia más valorada en los tres es la que indica que las relaciones generales del centro son positivas, y que se trabaja para su mejora. Esta elaboración mancomunada, esta construcción colectiva de la convivencia, es un aspecto que en dos de los centros investigados resulta esencial para el desarrollo del proyecto. Las últimas estrategias del apartado que nos ocupa informan sobre el tipo de trabajo que el profesorado desarrolla en convivencia con respecto al alumnado. Tal labor se fundamenta en actitudes preventivas frente a las reactivas, y en la atención a los problemas que surgen con el alumnado. La ordenación de dichas actitudes da a entender que las primeras se constituyen en condición para que aparezcan las segundas. Existe implicación y estímulo de la dirección: Establecimiento de un clima de orden, de seguridad y de trabajo eficaz: Traspasado un cierto límite, la autoridad se ejerce para dirimir los conflictos y las tensiones, y desempeña el poder que el régimen disciplinario le otorga. Participación activa e implicación de las personas: También se puede entender que la implicación y la participación del profesorado están relacionadas con su coordinación interna, y con el tipo de trabajo que éste desarrolla en convivencia. La importancia del trabajo de tutoría en el desarrollo personal y social del alumnado: Desde el punto de vista de la lógica investigativa, no es posible determinar la relación causa-efecto entre las estrategias de centro y las de aula, aunque parece evidente que existen una relación y una implicación mutuas, por lo que habría que considerar que las estrategias de aula se llevan a efecto bajo el paraguas protector de las de centro.
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